El Mindfulness (o Atención Plena) es la habilidad de ser conscientes, de manera voluntaria, abierta y sin juicios, sobre lo que hacemos, sentimos o percibimos mientras que lo estamos haciendo, sintiendo o percibiendo. Es ser capaces de sintonizar directamente con lo que sucede en nuestra mente y en el nuestro cuerpo, y en el mundo exterior, en cada momento del presente.

Esta actitud nos permite ver claramente lo que sucede en nuestras vidas, viéndolas tal como son y no tal y como deberían ser.

Como cualquier otra habilidad, el Mindfulness, se puede entrenar.

Las terapias basadas en Mindfulness han sido validadas por investigaciones científicas y han demostrado su eficacia contra las recaídas de la depresión, contra la ansiedad y contra el estrés, así como un amplio abanico de problemas diversa índole.

Este grupo de terapias buscan romper este círculo vicioso que se establece entre los estados de ánimo y los pensamientos cuando sufrimos un episodio depresivo. Las personas que aprenden a identificar estos patrones de pensamiento como lo que realmente son (es decir, acontecimientos psicológicos y no realidades absolutas), pueden liberarse sin esfuerzo de ellos y centrar la atención en lo que es más fundamental (el ser en el presente).

Investigaciones de todo el mundo demuestran que la práctica diaria de la atención plena nos permite ser conscientes de nuestra existencia con mayor aceptación. Nos ayuda a reconocer y a abandonar las reacciones automáticas y extremadamente emocionales, es decir, a responder decididamente en lugar de reaccionar impulsivamente . El Mindfulness no eliminará todas las penas, no es esa su intención, sino que ayudará a que las afrontamos con una actitud más bondadosa y compasiva, hacia nosotros mismos y hacia los que nos rodean.