La exposición del cuerpo a un ambiente con una temperatura elevada provoca una serie de reacciones y adaptaciones corporales. Todas ellas tienen como objetivo mantener la temperatura corporal a los grados óptimos con los que todos los procesos fisiológicos funcionan de manera correcta.
Existe una creencia popular que la exposición a altas temperaturas al sudar más se pierde peso. En realidad sí que se pierde peso corporal pero prácticamente todo es líquido (agua corporal). La masa grasa prácticamente se mantiene dentro de los valores previos. Sí que es cierto que en ocasiones al incrementar la temperatura corporal, pueden aumentar muy ligeramente las pulsaciones del corazón y el metabolismo en reposo pero no son cambios significativos que ayudan a perder grasa de forma importante y visible. Aunque la sauna tiene muchos beneficios a nivel de la salud en general.